Los «jóvenes al límite» corren el riesgo de convertirse en marginados sociales con posibilidades extremadamente limitadas de lograr una vida autosuficiente. Estos jóvenes pueden haber hecho numerosos intentos en vano de completar una educación o conseguir un empleo y encontrar su lugar en la sociedad. Muchos se han vuelto «resistentes al sistema» y desconfían incluso de los profesionales que pretenden ayudarles. Los métodos apreciativos y los enfoques sistémicos parecen tener un impacto positivo. Los intentos (aún) aislados en los países socios envían señales prometedoras y pueden convertirse en elementos relevantes de una nueva forma de trabajar más allá de las fronteras institucionales y en beneficio del individuo.
«Juventud en transición» se dirige principalmente a los ninis más vulnerables. Tienen una importante falta de motivación y actitud y carecen de las cualificaciones pertinentes. Este subgrupo de los ninis es el más «difícil de alcanzar» para los profesionales.
En segundo lugar, las actividades intersectoriales mejoran y potencian la red de profesionales en torno a este grupo objetivo: orientadores juveniles, orientadores educativos, trabajadores sociales, profesores de EFP con tareas especiales, orientadores laborales, etc.
Los perfiles de estos profesionales del asesoramiento varían de un país a otro, al igual que la configuración de la cooperación y la coordinación. Una característica común es que el trabajo interprofesional necesita un marco de apoyo y enfoques conjuntos.
Por último, se animará a los políticos y otros responsables a seguir la implementación duradera.