La autoevaluación guiada es un proceso versátil que puede y debe adaptarse a las circunstancias específicas y al nivel de desarrollo de cada centro de EFTP. Cada institución de EFTP establece sus propias prioridades, que podrían abarcar objetivos como reducir el desempleo, adecuar las competencias a las necesidades de los empleadores y apoyar las iniciativas nacionales de desarrollo. Estas prioridades diferirán en función de la situación única de cada institución, sus partes interesadas y el contexto nacional. Este enfoque implica un examen exhaustivo de las pruebas y la interacción entre las dimensiones del cuadro de mando integral en todo el sistema.
Las principales características de este proceso son:
En un escenario ideal, un coordinador responsable dentro de la institución gestiona todo el proceso de autoevaluación guiada, que puede durar de cuatro a cinco días en función de la profundidad de la evaluación requerida. La duración es flexible y puede ajustarse al contexto específico de cada centro de EFTP (en el anexo 1 hay un modelo de calendario de autoevaluación guiada). La autoevaluación guiada debe realizarse en cinco sesiones:
Esta buena práctica repercute en la calidad del trabajo de los educadores de EFP, así como en su motivación para aplicar enfoques innovadores en su trabajo. A través de la autoevaluación, los educadores pueden identificar sus puntos fuertes y débiles y saber en qué deben trabajar para ofrecer una experiencia más cualificada.
Esta práctica es aplicable directamente en la EFP y también es transferible a otros profesores.